lunes, diciembre 28, 2015

Ultimátum de felicidad

Hice un pacto importante con la ciencia y mi sistema neurovegetativo fue todo lo que esperaba.., y más.., pero olvide la bioquímica!... suele suceder..
Creo que la ciencia no me enseñó todavía si la locura es lo más sublime de la inteligencia.., pero siento que lo aprenderé pronto de la forma más legendaria.., hasta que la tiranía de la cordura me ponga el ultimátum de felicidad.

Dejar de escribir representó dejar la tragedia.., dejar a Nietzche por un momento..
Pero hoy vuelvo aquí, vestida de color celeste.., a dejar una huella en lo infinito de mi inconsciencia y a hacer las paces con la vida, que me ha dado tanto..

Soy tan sencilla y compleja a la vez.., fortaleza y dulzura.., raciocinio y pasión..
Esta vez será todo un reto pintar el cielo de otros colores, cuando el rojo y el celeste invaden mi sangre.., quizá no me quede otro camino más que crear una poesía con un pincel.., y aventurarme al mundo que aparezca ante mis ojos..., o a una bahía dentro de mi país de nunca jamás, en donde conviven el fuego y la luna que están tatuados en mi piel..

Vida..., sé legendaria y sorprende a mi inteligencia.., 
no te preocupes, que mi luna sabrá conocerte y acogerte.

Vida..., dame más tiempo en años luz..,
porque es tan lejos el país de nunca jamás..., que mi escepticismo no sabe como regresar..

Trilladas se escuchan las palabras..
y aunque es un poco tarde para eso..., 
sé que mi piel necesita otro tatuaje, 
que marque el inicio en la sorpresa cuando la noche juega al azar..

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